Las muiscas vivían donde enterraban a sus muertos, y cuando alguien les preguntaba de dónde venían, responden: de donde mis ancestros están enterrados. ¿Y dónde las enterraban? En el piso de las casas. Vivas y muertas existían en el tiempo ordinario y extraordinario..Las personas eran sepultadas con sus objetos, y los conquistadores interpretaron esto como si las muiscas creyeran que las muertas necesitan sus cosas en el más allá. Probablemente hay algo de verdad en eso, pero fundamentalmente tiene que ver con que para ellas los objetos no tienen existencia independiente de las personas que los poseen. Entonces, si la persona se acaba en este mundo, los objetos, que también tienen vida, dejan de existir. Una de las primeras palabras indígenas que pasó al vocablo castellano fue guaca. Guaca que significa el Dios en la casa.El bulto es el conjunto de herramientas y objetos que alguien usa para realizar su altar y que es precisamente eso a lo que en América se le llama también guaca (cuando se desentierra). El inframundo de la sabana de Bogotá está sembrado con altares profundos y otras superficiales, algunos se han desenterrado y sus elementos desmembrados adornan vitrinas de Museos y alacenas de casas elegantes. Altares subterráneos de Bogotá siguen hoy alimentando con oro, esmeraldas y huesos las raíces de los árboles, las papas, los cimientos de los edificios y el acueducto. Que estamos dejando enterrado hoy para nuestros futuros herederos? Debajo del pavimento hay tierra y tierra adentro, hay guacas rojas.